A veces cuando llega el viernes
En esos fines de semana donde parece que toda la gente se divierte
Me encierro en el cuarto,
Escucho esa interminable canción
Que me repite una y otra ves lo sola que estoy
Y lo mal que me siento,
Pero….
Es raro, comienzo a imaginarme nadando
En esas incontenibles aguas de lagunas mentales
Que me producen los oasis de Felicidad que viví,
Y que anhelo…………….
Pero que temo me ahoguen
..Y otra vez….
El chaleco salvavidas se vuelve inútil,
Ante la enorme laguna y yo sin saber nadar.
1 comentario:
Conozco esa especie de viaje astral dentro de un mismo cuerpo, de una misma mente. Ciertamente las sensaciones dolorosas a veces reconfortan, aunque a veces volvemos en sí, y nos encontramos sumergidos en el lago al que solitos nos lanzamos. Para flotar sin saber nadar, basta dejar de respirar un rato, subir a la superficie, y luego inhalar harto profundo. La emoción es loca pero reconfortante.
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